No sé si te has planteado alguna vez el significado de hacer un regalo ecológico o tal vez sí lo has hecho, si es así, puedes estar de acuerdo conmigo que regalar productos ecológicos es algo más que “hacer un regalo”, aporta esa pequeña vibra emocional, probablemente apela también a la parte más racional del propio ser humano, pero que al fin y al cabo transmite, que es lo importante.
Cuando tu marca regala y promociona productos ecológicos, no sólo está regalando y promocionando estos productos, sino que también está transmitiendo sus valores como marca, sus creencias, sus ambiciones, sus deseos y un largo etcétera. Es decir, lo que se conoce como la visión, misión y valores de la empresa. Mediante estos regalos ecofriendly y sostenibles estarás aportando ese granito de arena tan necesario hoy en día para contribuir en la construcción de un mundo mejor, más limpio, más puro, más responsable.
¿Qué ocurre con la imagen de marca?
Estos regalos publicitarios ecológicos, como he mencionado al principio, son una directa apelación a lo emocional y racional del ser humano. Nos gusta sentir que lo que estamos haciendo está bien, es beneficioso tanto para nosotros como para el medioambiente. Pero al mismo tiempo, nuestra parte más cerebral siente que debe apoyar la causa, regalar con conocimiento, con responsabilidad, con raciocinio. Por esta razón, regalar de forma ecológica no sólo es un concepto plano que se queda ahí, sino que va más allá, puesto que al fin y al cabo, nos está generando una imagen de marca ecofriendly con responsabilidad hacia el ecosistema y potenciando, así, un impacto medioambiental.
Todo esto nos lleva a replantearnos lo siguiente; ¿Deberían todas las empresas apostar por lo ecológico y ser respetuosas con el medioambiente? Bien, te he hablado sobre los beneficios que nos proporciona el regalar productos ecológicos, pero ¿Realmente funciona?
Pues te avanzo que te sorprendería la cantidad de provecho que le puedes sacar a esto. A parte de mejorar la imagen pública de la propia marca, también se reducen los costes anuales de la empresa ¿Cómo? Sencillo. Mediante prácticas sostenibles como el reciclaje y la digitalización, para evitar por ejemplo el uso del papel y de tinta de impresora, la disminución del consumo de energía o la regulación del consumo de energía, con todo ello lograremos un ahorro sustancial, que se puede reinvertir en producción, nuevas campañas de marketing o en otras áreas de la empresa, persiguiendo siempre un mismo objetivo: conseguir un mayor crecimiento.
¿Y qué respuesta obtendremos mediante estas prácticas?
Cuando me refería anteriormente a “concepto que va más allá” es porque regalar productos ecológicos es realmente atractivo, no sólo en términos financieros, sino que también en términos conductuales. Lo digo porque también estarás incentivando el comportamiento sostenible de tus clientes. Estamos viviendo una época en la que cada vez más la gente es más consciente y está más mentalizada con su compra y su consumo, por eso mismo has de ser ágil y exprimir al máximo esta oportunidad para tu empresa, generando un valor añadido, y a su vez, un potenciamiento de conducta responsable y mentalidad de consumo de tus clientes.
Además, abordar iniciativas de este tipo te ayudará a promocionar tu marca y a estar en la mente de tus clientes potenciales. Pero no nos quedamos aquí, también estarás atrayendo a nuevos inversores que estén abiertos a participar en tu proyecto. Si a ello le sumas una esperanza de crecimiento y una buena rentabilidad generada por el correcto uso de prácticas respetuosas con el medioambiente, los inversores estarán aún más interesados en invertir capital en tu empresa.
Con todos los beneficios que he mencionado, ¿aún necesitas una razón para adoptar prácticas respetuosas con el medioambiente? Si es así, ¿por qué no hacerlo como un proyecto personal, como una forma de crecer no solo en lo profesional, sino también en lo personal? Y es que cuidar el medioambiente genera una sensación gratificante y de bienestar. No solo estarás haciendo un bien al planeta y a las generaciones futuras, también te sentirás mejor contigo mismo.
Así que para terminar me gustaría mencionarte que el emprendimiento y la responsabilidad sostenible también van de la mano. Puedes visualizar tu negocio como si estuviera comprometido con el cuidado del planeta, como si fueran un matrimonio que debe apoyarse, remar para el mismo lado y crecer juntos hasta que la muerte los separe.
¿Y tú, vas a cambiar la manera de actuar?